Versión mexicana de la telenovela colombiana «Hasta que la plata nos separe». El joven y modesto Rafael Medina (Pedro Fernández) es un comerciante que vende de todo: lociones, licores, lo que sea con tal de mantener a su madre y a su hermana. Una desafortunada noche, al venir en su viejo carro de una desastrosa cita de negocios, saca accidentalmente de la carretera a un lujoso auto último modelo, que rueda por un abismo profundo. Rafael decide ir en auxilio del conductor accidentado, y se encuentra con una bella mujer que está destrozada y delirante. La lleva a una clínica, y aquí su vida sufre un giro total e inesperado, que lo hará cuestionarse si valió la pena salvarle la vida…